Mentes peligrosas y lectores verdugos.

Todos sabemos que la libertad de expresión tiene límites y también tiene sus distintas interpretaciones.
¿Cuántos no hemos escuchado decir que alguien criticó al gobierno, a la religión ya sea por facebook, twitter o lo que sea, y lo mataron? ¿O simplemente le cerraron la cuenta? ¿Quién es más culpable? La persona que da a conocer sus ideas está simplemente opinando o dando una crítica el que tan ofensiva sea esa crítica o de que manera valla dirigida, eso dependerá de que tan explicita sea la crítica o de como lo interpreten ya sea los oyentes, los lectores, lo que sean.
Sabemos las distintas causas de la revolución francesa entre esas causas estuvieron implicados varios libros, siendo parte de la corriente filosófica llamada la ilustración en la cual los filósofos hacían fuertes críticas al clero, entre ellos un poema a Juana de arco y un libro llamado Cartas filosóficas ambos de Voltaire.
Las ideas son peligrosas y eso todos lo sabemos, pero cuando los jóvenes comienzan a dar rienda suelta a sus ideas ¿quién pierde? El cambio es inminente, es como la muerte pues nadie puede escapar del cambio, ni los mismos menonitas pueden evitarlo, lo cual me lleva a hacerme otra pregunta ¿Por qué si el cambio es imparable, ya sea el gobierno, la iglesia, etc. Lo intentan detener?
Podrán las personas decir lo que quieran pero el impacto, la importancia está en cuantas personas le den importancia, millones de personas mueren en África y existen organizaciones para ayudar, millones de niños son huérfanos y existen los orfanatos, millones de personas infectadas con sida y existe el día de la lucha contra el cáncer, pero si Lupe vive en un pueblo y le da cáncer ¿quién va a ayudarla? Lo mismo sucede con el amado y odiado Justin Bieber, podrá no ser su forma de cantar una maravilla como la forma de cantar de Adel, pero por tantos videos de burla y amor, él es tan popular, por que ya sea odio o amor de quien están hablando es de él, le hacen publicidad gratuita.
Si muchas personas opináramos del mismo comentario de una persona, habrían personas odiando y otras alabando el comentario, yo podré escribir toda mi vida, podré escribir cosas importantes y cosas que no son importantes, al final las masas mandan y dependiendo del criterio que predomine entonces seré odiada o amada y tal vez hasta buscada por las autoridades para callarme. Algunas mentes si son peligrosas apropósito y otras solo lo son debido a la interpretación de los lectores, al final los lectores, escuchas, televidentes, etc. Serán los que dicten sentencia al sentido de las opiniones del autor, serán los jueces, los árbitros, los verdugos.